Así que con toda la ilusión del mundo salimos aquella fría mañana dirección Barracas, pueblecito limítrofe con la provincia de Teruel del interior de Castellón.
Subiríamos por la vieja Nacional 234, pillariamos la maltrecha y parcheada cuesta del Ragudo hasta Barracas, y de allí hasta el cercano pueblo del el Toro .
De aquí sube la pista asfaltada que no dirigiría hasta la base militar.
Los paisajes son increíbles pero al llegar arriba del todo, nos encontramos con esto.
Recorremos un poco los edificios semiderruidos.
El helipuerto.
Las vistas son alucinantes, al fondo se ve el mar.
Terminada la excursión emprendemos la bajada.
Almorzando en Barracas, Bar el Tigre.
De aquí entre molinos de viento nos metemos hacia Toras, no son antes visitar el Pantano de Camarillas.
Descansito en Toras.
Y regreso a casa, la Ruta ha sido estupenda, y como siempre lo mejor la compañía......
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